La elección de materiales habla del legado manufacturero de la Isla Granville, celebrando la estructura de madera pesada existente. Una nueva piel de metal corrugado con detalles cuidadosamente elaborados en aluminio alrededor de grandes aberturas, protege el edificio de las actividades diarias del mercado mientras mantiene su autenticidad industrial. Los toldos de acero contemporáneos marcan cada entrada de cada restaurante, proporcionando protección contra la intemperie al tiempo que añaden una distinción arquitectónica que se siente moderna y arraigada en el carácter de la isla.

Este pasaje público crea un enlace peatonal directo desde la entrada de la Isla Granville y Anderson Street hasta Johnston Street y el querido Mercado Público.
Un nuevo tragaluz de policarbonato llena el espacio con luz natural, atrayendo a la gente a explorar las nuevas opciones gastronómicas. Cada unidad comercial se abre directamente a la calle con grandes puertas plegables, difuminando la línea entre la comida interior y exterior.